In memorian, M.J. Pérez Illescas y Juan Delgado
subiré al malacate
sin la escalera ni ningún arnés
sin miedo a la caída,
valiente, como padre
en contramina.
Y cuando se esconda la luna, madre,
ya en lo alto del Rotilio,
-adonde ahora anidan las palomas
que los niños atrapan-,
miraré al cielo: respiro ya el viento de cobre
con el silbo del minero.
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