El Cristo de los Mineros. Martín Gálvez |
entre los vacies creado
protégenos de barrenos
envenenados de olvido.
Tú, río sangre esparcido
por los azufres, despierta
las almas adormecidas
en los jarales y adelfas.
Oh, Cristo de los mineros,
entre escorias enclavado,
sálvanos del vertedero
de orgullos contaminado.
Tú, corazón de la tierra
herida y más ahogada,
seca los llantos perdidos
en los cobaltos y gualdos.
Tú, señor de los paisajes
imposibles. Tú, señor
de Minas y Contramina,
del Tinto y del aguardiente,
Oh, Cristo de los mineros
no dejes arder mi tierra
en las borrajas de sueños
rotos,
ajados
y muertos.
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